top of page

El sol atravesaba levemente la persiana tipo americana, que parecía cerrada; esa claridad lo despertó y rápidamente sintió la sequedad de su boca, tenía resto de babas secas en las comisuras, necesitaba agua urgente. En su cabeza sentía un bombo reguero a 120 revoluciones por minutos, de a tanto sentía que una bolsa de tuercas se agitaba constantemente dentro de su cabeza.

Seguía inmóvil en posición horizontal, sentía que si se levantaba podía llegar a derrumbarse; cuando gira para ponerse boca arriba, vio un cuerpo a su lado, tenía pelo largo rubio oxigenado, se había pasado de platinado, fue lo único que distinguió porque le daba la espalda.

En su defecto tenía dos urgencias: un vaso de agua e ir al baño; luego de tomar del pico de la botella casi un litro de agua, fue al baño y al mirarse al espejo noto sus ojos totalmente inyectados y recordó, vagamente, que la noche había sido larga, cargada y que había terminado bien (por la mujer recostada en su cama), sonrió apenas con cierto orgullo.

Regreso a la habitación y se preguntó en voz baja, quien era la que estaba ahí. De espaldas nuevamente la vuelve a ver, pero estaba sentada en la cama poniéndose los zapatos, cuando se para noto la altura prominente y lo extremadamente corta que era su falda roja, se veía claramente parte de sus nalgas, de sus cachetes de la cola; cuando se dio vuelta, lo asombro el profundo escote, que dejaba ver la mitad de sus pechos, evidentemente siliconados, por su forma redonda y separados; aun permanecía el maquillaje, un poco excesivo, en su rostro, que también estaba un poco desfigurado como el de él.

Entonces el pregunta: -¿quién sos?

-¿No te acordas bombón?

-No! (con cierto enojo) ¿cómo llegaste acá?

-Me convidaste un cigarrillo afuera y me invitaste a empolvarnos la nariz, ¿no te acordas? eras un amor eterrrrno (marcando la r con tono grave)

-No recuerdo convidarte, ni invitarte a nada...de nada!

-Vas a necesitar que te refresque la memoria corazón! (levantando la voz, casi gritando)

-Espera! (sintió que sus oídos estallaban) no quiero que me digas nada, andate!

- Bueno mi amor, lo que digas! anoche estabas mas dócil, no te privaste de nada

No terminaba de comprender la complejidad del armado de la historia vivida horas atrás, tal vez no era momento de recordar, la bolsa de tuercas se agitaba más fuerte dentro de su cabeza.

Cuando ella cruza la puerta de la habitación y antes de pegar el portazo final del departamento, dice: "querido, no existen los hechos, sino las interpretaciones".

 

Drake Ramoray.

Desmemoriado

© 2023 by WRITERS INC. Proudly created with Wix.com

  • facebook-square
  • Twitter Square
bottom of page