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El reloj estaba a punto de marcar las 5 y se dispuso a mirarlo, se imaginó un viejo reloj aguja de péndulo esperando que suene a las en punto, pero se cansó, ese minuto pareció una hora interminable, infinito, pero  ¿que sabía del tiempo? corto con la idea de imaginar lo que había imaginado.

En su impaciencia había un motivo y eso la tenía a mal traer, seleccionando prendas, maquillaje, esperando ser asesorada por amigas que nunca respondían su pedido. Tenía alrededor de diez pares de zapatos, ninguno la conformaba, pensaba en nuevos, pero no sabía que ropa iba a usar y eso era peor, o no, era lo que era.

La cita estaba pactada para las 9, tenía cuatros horas por delante, que podían ser la vida o un santiamén, pero ¿que sabía de la vida? ¿que sabía de los instantes? no podía pensar, era su primera cita y realmente no podía pensar, tal vez exageraba en la acción de pensar, porque si podía, pero dramatizaba mientras hablaba sola a los gritos; no podía pensar que iba a entregarse a él en ese momento, que podía enamorarse de él, porque el la atrapaba de modo intelectual y tenía fe en esa relación, pero ¿que sabía de la fe? siempre la utilizaba y citaba la fe en momentos de urgencia, cuando nada parecía o todo perecía, cuando todo podía terminar e irse, cuando nada concluye en la nada, eso, el vacío sin fin, oscuro, ahí acudía a la fe; vaya esperanza depositaba en él, cuanta responsabilidad cargaba sin saber y pensó si a él le sucedería lo mismo, pero nunca iba a saberlo o sí; esa cita podía ser el desborde o el camino recto hacia lo planeado, pero, nuevamente, ¿que sabía de la vida? ¿De los planes?

Por una compresión ilógica, en el reproductor puso "Violator" de Depepche Mode, fumo y se desnudó completamente, también estaba descalza sin temerle a nada, la tarde caía y cerró los ojos, se sumergió, encendió un cigarrillo y no fumaba tabaco, busco la calma en eso.

Sonaba "Halo" y tuvo la sensación, con ojos cerrados, de palpar y degustar una estrella, como si la hubiese agarrado tan simplemente con la mano, sintió el peso, la observo y le dio un mordisco y en su boca pareció disolverse un terrón de azúcar, le pareció sumamente empalagoso, pero le gusto, sacio su idea de tener una estrella y que pudo hacer lo que quiso con ella y le dio poder, que la seguía transportando, de plano en plano, de flotar por el universo, de abrir puertas y no encontrar fondo y lanzarse sin dudar y eso la alegro, le dio la sensación de valerse, por primera vez, por si sola y se esfumo sin más; se convenció de haber visto, de mirar como su belleza rebotaba en los vidrios y en los espejos, pero ¿que sabía de belleza?

Abrió los ojos y volvió a poner "Sweet of prefection" ya no le importaba la cita, encendió otro cigarrillo, ya no le importaba la hora, no le importaba la respuesta de sus amigas, ¿realmente quería escuchar la respuesta de sus amigas? no le importaba lo que decían de sus tatuajes sobre sus hermosos hombros, de su pelo rizado, de su desnudez actual, no le importaba que ropa usar, ya, ni siquiera, le importaba el, ni lo que podía pasar con él,¿ sabía que era lo que le importaba?

Encendió la luz, y faltando quince minutos para las nueve, después de visualizar con sus ojos delineados, partió a la cita.

 

Drake Ramoray

No lo se

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